miércoles, 21 de septiembre de 2011

Ecologia y politica: Andalgalá (Catamarca)

De la misma manera que las explosiones en la central atómica en Fukushima en Japón hizo que el partido Verde tome fuerza en Alemania por la presencia del miedo, y la aparición de una conciencia ecológica, en la Argentina , Andalgalá mueve a  Proyecto Sur.

El intendente electo es Alejandro Páez, un radical que se postuló como candidato de Proyecto Sur después de que el Frente Cívico y Social, del gobernador Eduardo Brizuela del Moral, le impidiera representar al oficialismo por oponerse a la minería. Concejal y maestro de séptimo grado, Páez se impuso con casi el 40 por ciento y sucederá a José Perea, un peronista prominero que ganó en el distrito las elecciones para senador provincial. La única que parece haber quedado al margen de la disputa es Cristina Kirchner, que se impuso en las primarias con el 58,8 por ciento.
"El pueblo está totalmente dividido. Con muchos vecinos que antes nos saludábamos lo más bien ahora se ha cortado la relación -dice Luis Rojano, en la puerta del supermercado de su familia, también propietaria de máquinas viales que trabajan para Minera Alumbrera, la multinacional que explota Bajo de la Alumbrera-. Muchos usan la ecología como excusa porque están descontentos porque no les llegó nada de lo que deja la minería."
La agresión al supermercado se produjo luego de que la policía reprimió con palos y balas de goma a unos vecinos que cortaban el paso de camiones que se dirigían a la zona de minas. La reacción se desató de inmediato e incluyó el incendio de la municipalidad y ataques a sedes de compañías mineras, comercios y casas de los proveedores de esas empresas. "Lo de esa noche fue una pueblada. No somos fundamentalistas. Pero vamos a defender a muerte el lugar en el que vivimos", dice Aldo Flores, un sociólogo de 63 años que se mueve en una bicicleta adornada con consignas contra la minería. En diciembre de 2009, él inauguró el piquete que dio nacimiento a la asamblea ambientalista El Algarrobo.
La protesta apuntó a alertar sobre Pilsiao 16, un proyecto (luego desactivado) cuya área de exploración incluía el casco urbano de la ciudad. También a frenar la puesta en marcha de Agua Rica, un emprendimiento tres veces más grande que Bajo de la Alumbrera, a 17 kilómetros del pueblo. Aunque está frenado por la Justicia, Minera Alumbrera acaba de hacerse cargo de ese proyecto y negocia para reanudar los trabajos en breve.
"Agua Rica es el certificado de defunción del pueblo. Está ubicado justo en la naciente del río Andalgalá, que es del que toma el agua toda la ciudad. No hay forma de que no contamine", sostiene Flores, a orillas de ese curso de agua, en esta época del año convertido en un arroyito que baja de las montañas y se abre paso entre las piedras, como pidiendo permiso. El intendente electo fue uno de los heridos durante la represión. "Gran parte del descontento surge de que el pueblo no haya recibido los beneficios correspondientes por la explotación", dice, en el living de su casa. Es una vivienda de material, ubicada en un barrio con calles de tierra, regadas de basura y autos convertidos en chatarra.
El retraso de la ciudad es el único punto en que coinciden los bandos. Ubicada 250 kilómetros al norte de la capital provincial, en el extremo de la ruta 46, Andalgalá no tiene caminos de asfalto que la unan con los pueblos cercanos. Buena parte de la población carece de cloacas, en verano falta energía y sólo este año se inauguró, con fondos nacionales, una planta potabilizadora con la que se espera solucionar la escasez de agua.
Fuente: La Nacion


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