miércoles, 21 de septiembre de 2011

La causa de la vi(k)toria: el gasto público (nuestros impuestos)

Un Caso para entender, la gente no espera trabajo, espera Regalos de Cristina, esa es la Argentina ...

Atamisqui
No hay una calle que se llame Néstor Kirchner ni una plaza Cristina Presidenta. No se paraliza el pueblo para ver 6,7,8 y no hay ni un solo pasacalle K. Sin embargo, Atamisqui es el lugar más kirchnerista de la Argentina. Aquí, la Presidenta ganó las primarias con el 93,25% de los votos. En ningún otro lado logró un triunfo tan abrumador.

Con un clima brutalmente árido, este pueblo del corazón de Santiago del Estero tiene pocas posibilidades de prosperidad a la vista. Es difícil hacer crecer algo más que arbustos llenos de espinas y la principal fuente de ingreso de su gente es el trabajo golondrina. En Atamisqui viven 4000 personas (11.000 contando las afueras) y cuando se acerca el verano, la población masculina sufre una reducción drástica; la mayoría de los hombres se va a la "desflorada".

Las mujeres heredaron de sus madres el trabajo en los telares. Las alfombras y mantas de Atamisqui, llenas de colores, son famosas en Santiago. "Acá el primer juguete de las nenas es el telar, pero hoy estamos más valoradas y nos unimos. Nos cambió la vida", dice Josefa Melián, vicepresidenta de Teleras Atamisqueñas, una cooperativa que se creó para administrar $ 160.000 que recibieron el año pasado del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Hoy, 43 mujeres venden sus tejidos en un pequeño negocio que abrieron frente a la gran plaza de Atamisqui. Sus clientes son casi todos pescadores de dorado que están de paso. El proyecto les permitió conocer el país. Casi ninguna había salido antes de Santiago.
La bonanza de las tejedoras, a las que ahora reconocen en el pueblo como "artesanas", es una de las razones por las que arrasó el kirchnerismo. Pero también, las 2000 asignaciones por hijo, las 1200 jubilaciones nuevas y la fiebre de obras públicas. Este pueblo, uno de los más antiguos del país -tiene 468 años-, recibió en los últimos tiempos una inyección de fondos nunca vista; sobre todo, del gobierno nacional. Estrenó acceso pavimentado, acaba de inaugurar un hospital y tiene una nueva planta potabilizadora de agua.
Fuente: La Nacion

Ecologia y politica: Andalgalá (Catamarca)

De la misma manera que las explosiones en la central atómica en Fukushima en Japón hizo que el partido Verde tome fuerza en Alemania por la presencia del miedo, y la aparición de una conciencia ecológica, en la Argentina , Andalgalá mueve a  Proyecto Sur.

El intendente electo es Alejandro Páez, un radical que se postuló como candidato de Proyecto Sur después de que el Frente Cívico y Social, del gobernador Eduardo Brizuela del Moral, le impidiera representar al oficialismo por oponerse a la minería. Concejal y maestro de séptimo grado, Páez se impuso con casi el 40 por ciento y sucederá a José Perea, un peronista prominero que ganó en el distrito las elecciones para senador provincial. La única que parece haber quedado al margen de la disputa es Cristina Kirchner, que se impuso en las primarias con el 58,8 por ciento.
"El pueblo está totalmente dividido. Con muchos vecinos que antes nos saludábamos lo más bien ahora se ha cortado la relación -dice Luis Rojano, en la puerta del supermercado de su familia, también propietaria de máquinas viales que trabajan para Minera Alumbrera, la multinacional que explota Bajo de la Alumbrera-. Muchos usan la ecología como excusa porque están descontentos porque no les llegó nada de lo que deja la minería."
La agresión al supermercado se produjo luego de que la policía reprimió con palos y balas de goma a unos vecinos que cortaban el paso de camiones que se dirigían a la zona de minas. La reacción se desató de inmediato e incluyó el incendio de la municipalidad y ataques a sedes de compañías mineras, comercios y casas de los proveedores de esas empresas. "Lo de esa noche fue una pueblada. No somos fundamentalistas. Pero vamos a defender a muerte el lugar en el que vivimos", dice Aldo Flores, un sociólogo de 63 años que se mueve en una bicicleta adornada con consignas contra la minería. En diciembre de 2009, él inauguró el piquete que dio nacimiento a la asamblea ambientalista El Algarrobo.
La protesta apuntó a alertar sobre Pilsiao 16, un proyecto (luego desactivado) cuya área de exploración incluía el casco urbano de la ciudad. También a frenar la puesta en marcha de Agua Rica, un emprendimiento tres veces más grande que Bajo de la Alumbrera, a 17 kilómetros del pueblo. Aunque está frenado por la Justicia, Minera Alumbrera acaba de hacerse cargo de ese proyecto y negocia para reanudar los trabajos en breve.
"Agua Rica es el certificado de defunción del pueblo. Está ubicado justo en la naciente del río Andalgalá, que es del que toma el agua toda la ciudad. No hay forma de que no contamine", sostiene Flores, a orillas de ese curso de agua, en esta época del año convertido en un arroyito que baja de las montañas y se abre paso entre las piedras, como pidiendo permiso. El intendente electo fue uno de los heridos durante la represión. "Gran parte del descontento surge de que el pueblo no haya recibido los beneficios correspondientes por la explotación", dice, en el living de su casa. Es una vivienda de material, ubicada en un barrio con calles de tierra, regadas de basura y autos convertidos en chatarra.
El retraso de la ciudad es el único punto en que coinciden los bandos. Ubicada 250 kilómetros al norte de la capital provincial, en el extremo de la ruta 46, Andalgalá no tiene caminos de asfalto que la unan con los pueblos cercanos. Buena parte de la población carece de cloacas, en verano falta energía y sólo este año se inauguró, con fondos nacionales, una planta potabilizadora con la que se espera solucionar la escasez de agua.
Fuente: La Nacion


domingo, 11 de septiembre de 2011

Panorama bonaerense

Hay un crecimiento muy concreto de Daniel Scioli en el conurbano bonaerense. Si se proyecta la intención de voto, llegaría en octubre al 57 por ciento, frente a un 13 de Francisco de Narváez. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner también llegaría al 57 por ciento y Eduardo Duhalde retiene en ese territorio el segundo puesto. Desde el punto de vista de la elección a gobernador, caen Eduardo Amadeo y Adolfo Rodríguez Saá. En el marco de la encuesta nacional, Hugo Haime y Asociados se concentró específicamente en el Gran Buenos Aires con 500 entrevistas domiciliarias, con respeto de las proporciones de edad, sexo y nivel económico-social.
“Lo que vemos es que Scioli gana en primer lugar los votos de Mario Ishii, que competía en la interna con él. Pero, además, recoge votos de Amadeo y del Adolfo, mientras que Martín Sabbatella y Margarita Stolbizer mantienen lo que sacaron. El triunfo en las primarias valorizó más la gestión de Scioli, ya que los que dicen que la orientación de su administración es correcta pasó de 48 por ciento en julio a 60 en agosto y sigue subiendo.
Nuevamente se ve con claridad el peso de los sectores populares. En esa franja, Scioli recibe opiniones positivas del 66 por ciento. El otro elemento que lo favorece es que los motivos del voto se basan en aspectos también positivos: que es buen candidato o que administra bien.
En la presidencial Duhalde tiene el segundo puesto en el conurbano, donde pierden votos Alfonsín y Rodríguez Saá. El Gran Buenos Aires es la debilidad neurálgica de Binner: sólo recoge el ocho por ciento. Necesita remontar ese porcentaje porque allí CFK le saca casi 50 puntos de ventaja.
Fuente: Pagina 12

Análisis y expectativas

Una encuesta de Hugo Haime y Asociados indica que Cristina Fernández de Kirchner aumentaría algo la cantidad de votos el 23 de octubre, llegando al 53 por ciento, sacándole casi 40 puntos de distancia a Hermes Binner, quien se ubica segundo. El tercer puesto es para Ricardo Alfonsín, cuarto Eduardo Duhalde y quinto Alberto Rodríguez Saá. Las claves de la intención de voto de CFK son, según el estudio, “que es la mejor candidata” y tres políticas sociales: la de los jubilados, la creación de empleo y la Asignación Universal por Hijo. Un punto nodal de la situación es que el 51 por ciento de los ciudadanos piensa que “la gente está esperanzada y contenta”, contra sólo un 24 por ciento que dice que “la gente está con bronca”. Debe pensarse que esta misma pregunta, hecha en 2008, llegó a arrojar que un 59 por ciento afirmaba que “la gente está con bronca”. En el Gran Buenos Aires, tanto Cristina como Daniel Scioli podrían alcanzar el 57 por ciento de los votos (ver aparte).
El trabajo de Haime resalta porque la metodología es domiciliaria, no son entrevistas telefónicas sino encuentros cara a cara. Se entrevistaron 1100 personas de todo el país, con respeto de las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Además, se hizo un reparto también proporcional en función del tamaño de los aglomerados urbanos: más de dos millones de personas, entre 500.000 y dos millones; menos de 500.000.
“Lo que es claro es que CFK mantiene o crece algo en la intención de voto –dice Haime–. Piense que si pasa del 50 al 53 por ciento, como lo indica nuestro trabajo, estamos dentro del margen de error de la encuesta. Hay un crecimiento de Binner que se ubica segundo, se estanca Alfonsín y registramos leves caídas de Duhalde y Rodríguez Saá. ¿Por qué Cristina se mantiene o incluso crece? Una victoria como la que obtuvo en las primarias genera la idea, entre quienes no la votaron, de que las cosas no están tan mal como se decía o como ellos lo veían. Siempre hay gente que se suma al carro ganador, además. Y yo creo que al Gobierno le rinde frutos su política de apertura, de búsqueda de acuerdos con empresarios, el campo y otros sectores. Ha reducido muchísimo la confrontación.”
Desde el punto de vista de los números, CFK retiene el 97 por ciento de los votos que sacó en las primarias y agrega un cinco por ciento de los que consiguió Alfonsín, la mitad de los escasos sufragios de Elisa Carrió, algo de Duhalde, algo de Rodríguez Saá y hasta algo de Jorge Altamira. Eso es lo que le permite trepar al 53 por ciento. Los demás candidatos no retienen los votos que consiguieron en las primarias. Alfonsín retiene el 86 por ciento, Duhalde el 82, Rodríguez Saá sólo el 60 y el que obviamente tiene mayor capacidad de retención es Binner, con el 89. Debe entenderse que esos son los votantes que los apoyaron en las PASO y ahora anuncian que volverán a apoyarlos. A esto suman lo que se van quitando entre sí y en ese terreno, por ejemplo, Binner se queda con votos de Alfonsín y de Rodríguez Saá. Eso es lo que le permite aumentar su caudal. “Es curioso que Rodríguez Saá no aumente su intención de voto, porque los datos muestran que ha crecido en la imagen positiva”, remarca Haime.
“Si uno hace la discriminación por estratos sociales –profundiza el consultor–, en los de mayor ingreso CFK y Binner están empatados, CFK le saca alguna diferencia entre los sectores medios y pone una enorme distancia entre los más pobres. Para dar una idea de esto, Cristina consigue el 59 por ciento en los sectores de menos ingresos, contra apenas el ocho por ciento de Binner.”
Del trabajo de Haime surge otro dato interesante: cuándo decidió su voto el ciudadano. Uno de cada tres ciudadanos decidió su voto en la última semana o en el mismo cuarto oscuro. Pero lo significativo es que si se analiza por candidato al que votaron, los que lo hicieron por CFK lo tenían decidido en su enorme mayoría un mes antes, mientras que las dudas y la decisión sobre el final fue en casi todos los casos cuando el voto era para alguno de los candidatos de la oposición. Eso muestra, como valor agregado, que el sufragio a la Presidenta aparecía y aparece más consolidado. “Los indecisos eran los opositores”, certifica Haime. “Yo creo que la base del voto a CFK está en el liderazgo político, porque cuando preguntamos por qué la votaron, buena parte de las respuestas son ‘porque la quiero apoyar’ o ‘es buena candidata’ o ‘se preocupa por los pobres’. Son razones positivas. Hay que comparar eso con las razones del voto a Alfonsín. Ahí se centra en que es el candidato radical o ‘es para oponerme al Gobierno’. En el caso de Duhalde es todavía más remarcado este último aspecto de la oposición al kirchnerismo. Los dos que también tienen razones de voto positivas son Binner y Rodríguez Saá. En ellos prima la buena gestión en sus provincias.” La consultora preguntó por los hechos positivos que orientaron la intención de voto a la Presidenta. Y ahí surgen tres elementos clave:
- La política hacia los jubilados. Hay más de cinco millones de jubilados, de los cuales dos millones consiguieron la jubilación sin haber hecho los aportes en su momento.
- La Asignación Universal por Hijo. Llega a unas tres millones de personas.
- La política de empleo. Hay una percepción de que hay más trabajo. Los jóvenes remarcan la entrega de computadoras y el plan Argentina Trabaja.
La contracara son las tres políticas en que los votantes, incluso los de Cristina, piden que se mejore:
- La inseguridad
- La inflación
- Mejorar la calidad del empleo, porque hay muchos ciudadanos –según Haime– cuyo trabajo es muy discontinuo. “Changas, pero changas no permanentes”, precisa Haime.
Para ponerlo en números, dándole la opción al encuestado de elegir tres temas, el 49 por ciento de los ciudadanos opina que debe combatirse más la inseguridad; el 42 dice que lo que hay que corregir es la inflación, lo mismo que plantea que se debe mejorar la desocupación. “Aun así –dice Haime–, CFK aparece como la persona en condiciones de poder resolver estos problemas. Le tienen confianza. Fíjese que hay temas que quedan bastante atrás en las preocupaciones. La corrupción fue señalada por sólo el 26 por ciento de los entrevistados y tampoco hay menciones a cuestiones como los derechos humanos.”
Redondeando, Haime sostiene que “el trasfondo de todo es el clima social. Hace nueve meses que vienen creciendo las expectativas, que la gente piensa que le va a ir mejor. El ciudadano común solía no decir que está bien o que el país está bien. Lo que dicen habitualmente es que está mal o regular, pero que estará mejor. Ahora, en cambio, hay una levísima mayoría que dice que está bien en la actualidad. El 51 por ciento afirma que ‘la gente está esperanzada y contenta’, contra un 24 que dice que ‘la gente está con bronca’. En marzo de 2008, el 38 por ciento hablaba de la bronca, en julio de ese año el 51 y en noviembre el pico fue de 59. Le repito, ahora es el 24 por ciento. Y también hay acuerdo con el rumbo. El 24 por ciento de las personas que consultamos dice que hay que seguir así, sin cambiar nada; el 51 dice que sigamos, pero haciendo cambios, y sólo el 24 afirma que hay que cambiar completamente. En estos porcentajes, yo creo que pesa mucho que el ciudadano común vea la crisis en los principales países y percibe, al menos por ahora, algo distinto en Argentina. No dude de que todo eso es lo que explica que la Presidenta, en el actual cuadro de situación, tenga una intención de voto del 53 por ciento”.
Fuente: Pagina 12


El club de la pelea

La primera regla es que no se habla de los candidatos que no compiten por el mismo electorado. La segunda regla es que el oponente debe contestar el ataque. La tercera regla es que, si sacó más del 10 por ciento, debe pelear.
Ese es el panorama del club de candidatos a presidente de la oposición. Vienen acumulando tantos cruces entre sí que, por momentos, parecen haberse olvidado de la principal contendiente: Cristina Fernández de Kirchner. Tras las primarias del 14 de agosto, la competencia entre los distintos sectores de la oposición, que quedaron a más de 38 puntos de CFK, se volvió más intensa. En especial, esta última semana. Eso sí, la pelea se circunscribe estrictamente al electorado de cada quien: Ricardo Alfonsín contra Hermes Binner, en un ring; Eduardo Duhalde versus Alberto Rodríguez Saá, en el otro.
Luego del 14-A, la oposición dedicó la primera semana a las denuncias de irregularidades o bien de un supuesto fraude. Cuando esto fue desmentido por el escrutinio definitivo, la estrategia empezó a cambiar –salvo en el caso de Duhalde, quien incluso llegó a ser criticado a raíz de esto por su compañero de fórmula Mario Das Neves– y se multiplicaron los cruces entre los candidatos opositores. Mientras tanto, algunos dirigentes sostienen la idea de que cada partido confíe en los demás para fiscalizar las elecciones del 23 de octubre.

Sin dos para bailar

Al principio, fue más sutil. Después, se volvió más evidente: Alfonsín apuesta parte de su estrategia a confrontar con Binner y a hacerlo entrar en su juego. Con ese fin, el candidato radical dedicó buena parte de la semana a acusar al socialista de ser funcional al oficialismo, de no querer ganar, de que su alianza se disolverá el primer día después de la elección. El radicalismo santafesino hizo su aporte, con la acusación de la vicegobernadora Griselda Tessio de que Binner es “hegemónico” y “desmerece las fuerzas” que lo acompañan. El socialista ensayó allí su mejor cara de distraído: “¿Qué dije de malo?”.
Binner contestó con mucho cuidado las críticas e hizo un claro esfuerzo por no caer en la trampa: se mantuvo alejado de la polémica con el argumento de que “eso no le interesa a la gente”. Para el consultor Enrique Zuleta Puceiro, esto “no tiene que ver con pujas personales, sino con visiones estratégicas incompletas. Hay una pelea por afianzar identidades, diferenciarse y, en el caso de Alfonsín, evitar que se produzca una diáspora de votos hacia Binner”.
Zuleta Puceiro advierte que, según sus propias mediciones, Binner se viene ubicando en el segundo lugar en las encuestas de octubre, en particular por el perfil de “candidato soft, que podría ser tanto el vice de Alfonsín como de Cristina”. Ese ascenso en la intención de voto explicaría por qué Binner opta por no contestar las críticas y seguir adelante, mientras Alfonsín tiene que soportar críticas internas del radicalismo, gobernadores propios que llaman a cortar boletas y coqueteos de su aliado Francisco de Narváez con los Rodríguez Saá.
Para Zuleta Puceiro, el eje de las campañas opositoras está puesto en la provincia de Buenos Aires. “El gran problema para las oposiciones es cómo crecer. Y ahí es central la provincia. La capacidad de crecimiento de Binner está vinculada a ese distrito, dado que en Santa Fe ya encontró su límite. Duhalde prometió y no logró crecer en la provincia. Alfonsín tiene que lograr que crezcan sus intendentes, dado que pueden arrebatarle 9 de los 19 distritos”.
Una característica de los cruces entre opositores es que se dividen por el electorado al que intentan interpelar: no hay ataques de Alfonsín a los peronistas, ni de Duhalde a Binner. “No es una situación caótica sino una búsqueda de los factores de unidad y de diversidad que tiene que primar”, advierte Zuleta Puceiro. “Ese intento de diferenciarse de todos entre sí es un intento no muy convencido, porque el mensaje de cuatro candidatos peleando entre sí por pequeños residuos consolida la sensación de una victoria arrasadora del oficialismo”, estima el consultor, quien señala que “no dejan de advertir, sin embargo, que la diferenciación esencial es conservar sus propios electorados”.
Para la titular de la consultora Analogías, Analía del Franco, no es tan clara la segmentación de los votantes en la que parecen estar pensando los candidatos. “En la migración de los votos, hay bastante cruce de peronismo a no peronismo. El voto de Rodríguez Saá, por ejemplo, no es un voto peronista típico. Parte de los que lo votaron hoy estarían más tendientes a pasar a Binner. El votante de Duhalde es más del peronismo tradicional y de un voto antikirchnerista”, estima Del Franco. Rodríguez Saá hizo el intento de cuestionar a Binner y a Alfonsín, pero no tuvo eco.

El caballo volador

Cerca de Duhalde, comparan su situación en las elecciones con una historia casi salida de Las mil y una noches: un ladrón y su cómplice, atrapados por cuatrerismo, son llevados ante el califa, que los condena a morir al instante. Pero el ladrón le dice: “Yo puedo entrenar a sus caballos para que vuelen, pero necesito tiempo. Si me matan, no voy a poder y se van a quedar sin caballos que vuelan”. El califa duda, pero se decide a darle dos semanas. Cuando los dejan en el calabozo, el cómplice le dice: “¿Te volviste loco? ¡En dos semanas nos matan igual!”. Y el ladrón pregunta: “¿Y si el caballo vuela?”.
“Si hay ballottage, es que el caballo voló”, sostienen en el entorno de Duhalde, que esta semana fue el único opositor que se animó a pronosticar que estará en segunda vuelta. Perdido por perdido, el candidato del Frente Popular sigue apostando a un supuesto voto útil, pese a que quedó tercero.
“Después de las primarias, parece haber una confrontación intra-oposición. Parecería que CFK ya está lejos, ya ganó. La idea parecería ser sacarse votos entre ellos. El intento es posicionarse en segundo lugar dentro de ese 50 por ciento del electorado que quedó entre los candidatos de la oposición”, analiza Del Franco.
Por eso, para Duhalde es una molestia constante Alberto Rodríguez Saá, quien se dedicó a cruzarlo día tras día en una reedición de la pelea que tienen desde el papelón que hicieron con las internas del Peronismo Federal. El ex mandatario interino intentó no contestarle. No tuvo éxito: en el congreso que organizó el viernes en la sede de las 62 Organizaciones Peronistas, le dedicaron un lugar central en las conclusiones y Duhalde se la pasó hablando de él en la conferencia de prensa. Lo acusó, ante todo, de trabajar con el kirchnerismo.
Rodríguez Saá se sintió llamado a su juego y le replicó rápidamente.
“Es la forma que tienen de justificar el mal resultado que han tenido. Yo desde el principio he sido un firme opositor al kirchnerismo y todas sus expresiones”, aseguró. La confrontación con el puntano no es el único problema que Duhalde tuvo esta semana: debió enfrentar, además, las críticas de Das Neves a su estrategia de campaña. El chubutense había pedido autocrítica y un discurso “más en positivo”, pero pareció volver al redil el viernes, pese a que las declaraciones de Duhalde (el “fraude descomunal”, el augurio de otra crisis como la del 2001) están haciéndolo caer verticalmente en las encuestas, según diversos consultores.
Otros dirigentes se mantuvieron al margen, después de los días posteriores al 14-A. Pino Solanas criticó especialmente a sus ex aliados Binner y Margarita Stolbizer y luego viajó a Venecia. Elisa Carrió retornó recién en estos días de sus vacaciones en México. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, se mantuvo a saludable distancia de todos los candidatos, con los que había prometido dialogar para decidir a quién respaldará. Ya quedó claro que nada de eso va a ocurrir.
Fuente:  Pagina 12

domingo, 28 de agosto de 2011

¿Mirando el futuro?: Sorpresivo acuerdo entre la UCR y Duhalde en Mendoza

El candidato a gobernador de la UCR mendocina, Roberto Iglesias, sigue buscando y sumando adhesiones de otros partidos para contrarrestar el arrastre de Cristina en la elección provincial. Ayer firmó un acuerdo que dejó a muchos desconcertados: Iglesias será el candidato de Eduardo Duhalde en Mendoza .
“Necesitamos a una persona que sepa gobernar en tiempos difíciles, y creemos que es Iglesias”, argumentó el vicegobernador Cristian Racconto, quien es candidato a diputado nacional en primer término y referente del duhaldismo en la provincia.El acuerdo, aún no presentado a la Justicia Electoral, significa bajar al candidato a gobernador de Unión Popular, el empresario José Miceli, quien estalló en ira cuando se enteró por los medios que ya no era más el postulante duhaldista a la Gobernación.
“¡Están locos!” , planteó.
El vicegobernador explicó que el acuerdo, firmado con Iglesias y su vice, el cobista Juan Carlos Jaliff, tiene la aprobación de Duhalde, quien entendió que era necesario “una persona con experiencia”. Iglesias ya gobernó Mendoza durante el gobierno de la Alianza. El vicegobernador recordó: “ambos comparten la experiencia de salir adelante en medio de la crisis ”.
Pero los radicales insisten con sumar boletas el 23 de octubre. El objetivo principal es cerrar un acuerdo con el candidato a presidente por el Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, quien pasó ayer por Mendoza y tomó distancia de un posible acuerdo con Iglesias.

Fuente: Clarin

De campaña: HERMES BINNER ENCABEZO UN ENCUENTRO

Candidato presidencial relanzado

Hermes Binner relanzó su campaña presidencial. Lo hizo con un encuentro nacional del Frente Amplio Progresista (FAP) en un salón coqueto de Palermo, en el que debatieron unos 400 militantes y buscaron disipar, de paso, la idea de que el espacio no continuará después de las elecciones. Ese fue el vaticinio que buscó instalar esta semana el radical Ricardo Alfonsín y que mereció un combo de respuestas por parte de Binner. Por supuesto, sin nombrarlo. “La novedad es el FAP. Lo otro es el pasado. Atrás encontramos el Pacto de Olivos, la Alianza, la Banelco”, recordó el gobernador de Santa Fe.

Binner empezó su día con una reunión sobre salud, luego hizo una recorrida por la avenida Santa Fe con los candidatos porteños y finalmente se acercó al segundo piso del Palais Rouge, donde el encuentro nacional comenzó con una charla del filósofo Tomás Abraham. Después, los dirigentes del FAP se dividieron en unas 40 mesas (cada una con su número impreso sobre la estrellita roja) y debatieron sobre la estrategia electoral. Estaban divididas por distritos, mezclados los militantes del GEN, Buenos Aires para Todos, Libres del Sur, Instrumento Electoral para la Unidad Popular y el socialismo. Los referentes y candidatos del espacio se repartieron entre las distintas mesas, Binner incluido. En un clima distendido, hubo mucha discusión entre mates, medialunas y cafés. “En un rato empezamos el bingo”, bromeaba el legislador Fabio Basteiro.

Fuente: Pagina 12